27 dic 2009

Una Vida Repleta de Timos

Cada día que pasa no dejo de sorprenderme por las cosas que nos ocurren; a cual más anecdótica, graciosa o penosa, ahí según los gustos. Ya no se respeta nada, incluso en Navidad, ¿dónde está eso que llaman el espíriu navideño, el de la generosidad? En una época tan bonita y llena de alegría, lo que se lleva es aprovecharse de la gente. Si si.

El otro día me acerqué al teatro de mi ciudad Coslada. Ya se pueden imaginar ustedes el cachondeito con el tema de la corrupción. Yo siempre que me preguntan y me decían "pero si tu vives donde los del Bloque y Ginés ¿no?"

¡Anda! que conozcan a tu ciudad por eso....¡el ansia morbida!. Al final tratas de quitarle hierro al asunto, e intentas combatir la situación diciendo que en el fondo no somos tan malos.

¡¿Malos?!, ¡¿estafadores?! Me parece a mí que el otro día me quedé si calificativos llamémoslos "x" apropiados. Me acerqué al ayuntamiento donde se encuentra el centro cultural la Jaramilla, para sacar un par de entradas para ver un Musical infantil de Pinocho. Llego, miro la hora y pienso ¡guay! aún no han abierto las taquillas, he llegado justo a tiempo y además solo hay unas 8-9 personas delnate mia.


Hechando yo mis caclculos, sabia que pillaría unas entradas en condiciones. En esto que, por fin abren la taquilla.... ¡¡¡¡¡Dios miooooooo!!!!! Tres cuartos de hora para atender a cuatro gatos...que yo ya no sentía ni mi alma (aclaro que la cola era en la calle y hacia un frío que pelaba). Que pasa, ¿ tan grande es el teatro que la gente no se decide?.

Total, que llego a la taquilla y es cuando todas mis dudas quedan resueltas: el sistema manual d
e entradas. Te asomas a un minúsculo rectangulito donde pareces pozi intetando hablar con la que te atiende. El siguiente paso es eleguir la hubicación, porque la sesión es numerada. Bueno más que numerada, diría yo que es ¡obligada! porque la chica te enseña el mapa de la sala con más casillas vacías que un scrable en la segunda ronda, y la situación es algo como:

- Uysss que de huecos vacios, a ver yo quería dos entradas
- Pues mire tiene estas dos de la fila 9 (aclaro butacas pegando a los pasillos)
- Pero vamos a ver, mejor será en otro lado más centrado, que voy con una niña pequeña y hay mucho sitio libre. Mire por ejemplo aqui en esta fila.
- No pero es que en esos asientos hay una columna

¡ Una columna me dice! Pero tendrá morro, a lo que prosigo:
- Mire yo he estado en este teatro más veces y no tiene columnas. Bueno, pues mire deme estas otras que aquí hay un huequecito.
- No, lo siento, es que esas están reservadas...
- Que ¡qué! ¿ y si están reservadas por qué no están señaladas?
- Verá es que me ha dicho el señor que ahora venía a pagármelas
- ¿Pero no decía en el papel que no se hacían reservas y que era venta en taquilla dos horas antes del espectaculo?
- Pues no sé...

En ese momento yo ya no tenía frío, es más, presiento que me salía hasta humillo de la cabeza. La chica sonriendome todo el rato como si con eso pudiera camelarme, tuvo que rendirse, en lo que aparece en la mini taquilla un hombre mayor con barba. Debe ser que bajo la mesa tendría un botoncito especie el de los de los bancos en busca de refuerzos.


Mientras, continuamos con la hubicación:
- Bueno, la fila 8 está vacía ( vaya he tenido un golpe de suerte) deme esas dos centraditas.
- Es .... que...verá...

A lo que salta el hombre de barba:

- En esa fila no se puede porque se encuentra en una ondonada

¡Qué ondonada ni que ocho cuartos!pensé
- Le acabo de decir a su compañera que ya he estado muchas veces en este teatro y es más llano que nada.

Pero era evidente, que si no querían pues llevaba las de perder. A si que apelando al espíritu de la generosidad de estas fechas dige con ojitos de cordero degollado:
- Verán, es que la niña tiene un problema grave de vista, y la pobre sino, no podrá disfrutar de pinocho. ¡con la ilusión que le hace!
- Pues mire la fila uno está vacia. Más cerca imposible.
- Si, si quiero que la niña admire la madera del escenario o que coja una torticulis.

En fin...que digera lo que digera no hubo manera y tuve que conformarme con las primeras que me ofrecieron. Esto es como ir a comprar a una pescadería que por mucho que señales el pescado que quieres, te acaban dando el que a ellos se les antoja.

Y todo en un teatro de barrio donde las entradas no superaban los 9 euros, hay que ser roña en esta vida. Lo curioso, es que fijándome en el mapa y hechando cuenta de la gente que había delante y del número de entadas que pedían, era imposible que hubieran cogido todas las que ya estaban marcadas, porque no creo que se llevaran cada uno 4 filas enteras de asientos. Eso, o una tanda de gorritos taladrados.

Algo para reir del descaro de la gente pero para llorar de la poca vergüenza de algunos. ¡¡¡Que no se diga que somos corruptos!!!!
Desde aquí mi condecoración:





J. Hita

2 comentarios:

Mariete dijo...

Corrupcion en Coslada???
El pan nuestro de cada dia.
Yo tambien soy de Coslada y sufro lo que nos cuentas dia tras una.... una pena y una verguenza.

Mariete dijo...

Por cierto muy buen blog, con actualizaciones frecuentes y temas muy variados. Enhorabuena!!!

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