Un ejemplo son las épocas de exámenes. Muchos jóvenes, por diversas causas, apuran temarios y se dejan lecciones descolgadas haciendo una quiniela de esto sí y esto no, con vistas a que el angelito de la guarda llegue la noche previa del exámen y escriba las preguntas adecuadas en la hoja del profesor. Hecho que de antemano, descartamos.
El valor de todas estas cosas, no es más que la creencia que uno le quiere dotar a cada elemento. La fuerza de voluntad radica en el interior de las personas. Nada nos salvará sino es nuestro afán por intentar superar los retos que se nos planteen , a demás que la recopensa es mucho más satisfactoria cuando uno logra consguir las cosas por sus propios méritos.
J. Hita.
1 comentarios:
Muy buena entrada, me ha gustado mucho el tema, además que si, todos tenemos nuestros propios objetos de la suerte, la camiseta de la suerte, los gallumbos de la suerte, jejeje son objetos con los que nos ha pasado algo y ya le damos ese valor especial.
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