17 feb 2010

LA CRISIS: MEJOR REIR QUE LLORAR

La crisis económica dispara el número de parados, el impago de hipotecas y el declive de casi todos los sectores económicos. Ante esta situación, caben dos posibilidades. Desmoronarse, o capear el temporal de la mejor manera posible: riendo.

A estas alturas de la crisis, cunde el desánimo y empezar el día sonriendo significa desentonar con el resto de los que nos rodean. Cambiar esta actitud es importante para afrontar el día a día, y por ello desde nuestro blog queremos hacer una aportación. De momento entender la crisis, aunque sea en clave de humor, es importante. Por ello aportamos el video de George Parr explicando la crisis:




The Last Laugh - George Parr - Subprime - subtitulos
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Las consecuencias de la crisis no son tan graves si se toman con humor. Estas por supuesto son ficticias pero con ellas el deficit y el desempleo no nos arruinan el día.

1. Se acaba el trabajo en la construcción, lo que deja en el paro a casi un millón de inmigrantes. Estos, incapaces de encontrar trabajo no cualificado, se ven abocados a estudiar carreras universitarias.

El punto culminante de este proceso de integración tiene lugar en 2010, cuando el líder de los Latin Kings de Móstoles obtiene el Premio Nobel de Física por su contribución a las nuevas teorías de cromodinámica cuántica.

2. Millones de españoles, incapaces de pagar la hipoteca, buscan en el crack el consuelo que no encuentran en ningún sitio. Esto dispara el precio de las drogas duras y hace que la industria española de los estupefacientes sea el único sector patrio económicamente competitivo.

7. Para obtener liquidez, el Gobierno decreta que Pérez, González y López son palabras registradas y que pertenecen al Estado, con lo que toda la gente que se apellide así tiene que pagar un canon (impuesto) a las arcas públicas. Miles de Pérez, González y López se echan a las calles, manifestación que se salda con un montón de primos que hacía años que no se veían.

8. La gente empieza a comerse a sus propios perros, con lo que los restaurantes chinos se quedan prácticamente sin stock.

Al margen de la seriedad de la crisis, esperamos que el día de hoy sea un poco mejor gracias a las risas. Siempre es mejor reir, que llorar.

N. Arias

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